UVA, UVB, ¿por qué son perjudiciales?
Si la atmósfera constituye un escudo natural contra los UV, los UVA y los UVB aún así logran alcanzarnos.
Diferentes por su intensidad, su longitud de onda y su capacidad para penetrar la piel de manera más o menos profunda, los UV no nos «atacan» todos de la misma manera.
Si la atmósfera constituye un escudo natural contra los UV, los UVA y los UVB aún así logran alcanzarnos.
Diferentes por su intensidad, su longitud de onda y su capacidad para penetrar la piel de manera más o menos profunda, los UV no nos «atacan» todos de la misma manera.
Los UVB alcanzan la epidermis, son responsables de las quemaduras solares. En dosis altas, también pueden causar daños irreversibles, alterando el ADN de las células cutáneas.
Los UVA, por su parte, son menos energéticos que los UVB, pero ¡recibimos 1000 veces más! Presentes durante todo el año y desde las 8 de la mañana, incluso atraviesan los cristales. Alcanzan la dermis y las estructuras cutáneas en profundidad, con consecuencias: arrugas, manchas, pérdida de elasticidad, sequedad…
Una sola solución: ¡protéjase con buenos productos solares adecuados a su tipo de piel!
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