¿Cuáles son las reglas de oro para proteger al bebé del sol?
El sol es un amigo a veces peligroso, especialmente para los bebés cuya piel es muy frágil, delgada y aún no puede producir suficientes melanocitos – células para protegerse del sol. Por lo tanto, hay que evitar exponer a tu bebé al sol, ¡menos de 5 minutos al día! ¡Teniendo cuidado con la reverberación.
Y aunque es cierto que una exposición de 5 minutos en manos, pies y rostro es suficiente para absorber la vitamina D necesaria, también debes saber que se le proporciona diariamente por vía oral.
No exponer directamente al sol a los bebés menores de 1 año. Así:
- Durante las salidas y paseos, cubre su cochecito con una manta o un parasol, utiliza un paraguas para hacer sombra o colócate en un lugar muy sombreado. No lo saques entre las 11 y las 16-17 h o hazlo el menor tiempo posible. Evita especialmente la hora del mediodía cuando el sol está en su punto más alto. Es mejor hacer los paseos largos temprano por la mañana o al final de la tarde.
- Vístelo con ropa ligera y holgada (de algodón) que cubra brazos y piernas, y que incluso se puede humedecer si hace mucho calor. Los bebés deben llevar un sombrero de ala ancha (tipo pescador) para dar sombra.
- Aplica en las zonas descubiertas (cara, cuello, orejas, dorso de las manos y pies) una crema solar adecuada para niños pequeños, sin perfume, sin alcohol, hipoalergénica y que proteja contra los UVA y UVB con un índice FPS superior a 30 (preferiblemente 50), repitiendo la aplicación tan a menudo como sea necesario (cada 2 horas como mínimo), especialmente si suda; incluso en días nublados. Es mejor aplicar demasiado que quedarse corto.
- No olvides las gafas de sol de calidad, sea cual sea su edad…
…¡y mantenlo hidratado!
Así evitarás las quemaduras solares (y los golpes de calor)