Pepino: un aliado para una piel radiante
El vegetal crudo favorito de los franceses, el pepino es apreciado por su frescura. Con un aroma suave, es un ingrediente privilegiado para las pieles grasas, como seborregulador. Puede aplicarse en todo tipo de pieles, gracias a su alta tolerancia.
Es conocido por sus virtudes antirojeces, en pieles irritadas o con couperosis. Todo el mundo conoce la mascarilla de pepino para la cara, por eso forma parte de la composición de muchos productos.
El vegetal crudo favorito de los franceses, el pepino es apreciado por su frescura. Con un aroma suave, es un ingrediente privilegiado para las pieles grasas, como seborregulador. Puede aplicarse en todo tipo de pieles, gracias a su alta tolerancia.
Es conocido por sus virtudes antirojeces, en pieles irritadas o con couperosis. Todo el mundo conoce la mascarilla de pepino para la cara, por eso forma parte de la composición de muchos productos.
Un cuidado por excelencia para pieles sensibles
Rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, el pepino permite una hidratación inmediata de la piel, dándole un aspecto radiante. Se recomienda para pieles intolerantes, como las pieles acnéicas. Los granos son inflamaciones que aparecen en la superficie del epitelio. Este vegetal, gracias a su piel y pulpa, favorece una mejor cicatrización.
Antiséptico, es astringente, es decir, que tensa los tejidos cutáneos, lo que reduce la aparición de poros dilatados, puntos negros y regula las glándulas sebáceas.
Con el pepino, la piel del rostro se purifica visiblemente. La epidermis se suaviza, como si se hubiera renovado instantáneamente. Esta cucurbitácea tiene virtudes para retrasar el envejecimiento de las células. Regenerador, es un anti-edad ideal para los treintañeros que desean adoptar una rutina refrescante.
El pepino para un efecto antirojeces garantizado
Con el pepino, no hay nada más sencillo para hacer una pequeña mascarilla casera. Basta con aplicar rodajas de pepino en el rostro. Más económico, incluso es posible colocar solo las cáscaras de la piel del vegetal sobre la epidermis. El efecto es milagroso: las rojeces desaparecen y la piel se calma. Incluso las personas con couperosis pueden notar efectos beneficiosos.
Poco oneroso, el pepino puede usarse para preparar una loción para perfeccionar la limpieza o el desmaquillado. Corta medio pepino en rodajas y échalo en medio litro de agua hirviendo durante 20 minutos. La preparación, una vez filtrada, se conserva en la nevera.
El aceite vegetal de pepinos puede ser una alternativa para el rostro. Protege la piel, recreando la película hidrolipídica. La piel más flexible gana en brillo.
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