La flora íntima de la mujer, cosas importantes que debes saber
El equilibrio de la flora íntima es frágil y difícil de mantener, si no se sigue una higiene corporal estricta. Sin embargo, elementos externos pueden alterar la salud de la zona íntima. Casi el 100% de las mujeres han tenido al menos una candidiasis vaginal en su vida, pero solo el 5% las tiene varias veces al año.
El equilibrio de la flora íntima es frágil y difícil de mantener, si no se sigue una higiene corporal estricta. Sin embargo, elementos externos pueden alterar la salud de la zona íntima. Casi el 100% de las mujeres han tenido al menos una candidiasis vaginal en su vida, pero solo el 5% las tiene varias veces al año.
Una flora desequilibrada puede causar múltiples síntomas físicos molestos, como quemaduras, picazón, enrojecimiento e inflamaciones, que pueden derivar en enfermedades genitales.
¿Cómo se regenera la flora íntima de la mujer?
Las zonas íntimas de la mujer son áreas que deben limpiarse con suavidad, a mano. Muchas mujeres piensan que la higiene íntima debe hacerse durante la menstruación, en la pubertad. Sin embargo, desde el nacimiento, las niñas tienen una flora bacteriana en las zonas genitales que hay que cuidar.
Un desequilibrio puede ocurrir desde la infancia, por negligencia en la higiene, uso de antibióticos (frecuentes en los niños) o un enjuague incorrecto de los productos de cuidado. En las niñas muy jóvenes, esto puede causar cistitis recurrentes.
La vulva requiere una atención muy específica. Con pliegues, debe limpiarse cuidadosamente a diario. La flora bacteriana de la vagina, por su parte, evoluciona a lo largo de la vida de una mujer y se autoregula. Desde la pubertad y la aparición de la menstruación, estará compuesta por una bacteria específica, la bacilo de Döderlein (que forma parte de la familia de las bacterias para hacer yogures).
Aunque la higiene debe limitarse a la zona vulvar, también se realiza en la zona peri-vaginal, sin introducirse en la vagina. Por eso, nuestros geles íntimos contienen ácido láctico, que impide el desarrollo de la flora microbiana, en un medio con pH ácido como la vagina.
Los gestos para cuidar bien la zona íntima respetando su fragilidad
Existen consejos simples y fáciles de aplicar a diario, para preservar la zona íntima, sin caer en una limpieza excesiva:
– Cambiarse de ropa interior tan pronto como sea necesario, especialmente después de hacer deporte, para evitar la maceración del sudor.
– Cambiarse de protectores diarios varias veces al día.
– Cambiar las toallas o tampones cada 4 horas como máximo, siendo lo ideal cada 2 horas.
– Elegir un gel íntimo adecuado a sus necesidades. Nuestra gama ofrece varios cuidados: ultra suave, de frescura, con prebióticos… para un respeto total de la piel.
– La higiene íntima puede complementarse durante el día con una limpieza mediante toallitas íntimas, para una higiene impecable.