Gel de ducha con monoi: nutritivo para la piel, relajante para los sentidos
Rápido o largo, más bien fresco o muy caliente, la ducha es un momento de placer y bienestar diario. Además, el gel de ducha con monoï de Tahití aporta su toque de escape, su aire de vacaciones y los recuerdos que a menudo lo acompañan. Lo que quizás no sabes es que, más allá del placer de los sentidos, el monoï actúa como un verdadero bálsamo protector para la piel.
El monoï: un aliado hidratante para tu piel
La piel seca, esa que a menudo llamamos «piel de cocodrilo», la conoces, te pica solo pensarlo. En invierno porque hace frío, en verano porque está expuesta al sol, tu piel te hace pasar malos ratos. Porque el monoï es un aceite vegetal obtenido por maceración de flores de tiaré en aceite de copra, que a su vez proviene de la pulpa de coco seca y prensada, es una excelente solución para disfrutar de una piel hidratada, sedosa y delicadamente perfumada durante todo el año. El monoï tiene propiedades reparadoras e hidratantes para la epidermis, hasta el punto de que basta con dejar caer unas gotas en el agua del baño para salir con la piel suave. También se le atribuye una acción tonificante sobre la renovación celular. Además, gracias a su fluidez y a su aroma divino, en aplicación cutánea el monoï es especialmente adecuado para masajes.
Más allá de la suavidad: las virtudes nutritivas del monoi
Pero eso no es todo. Comparable a la manteca de karité, el monoi nutre intensamente la epidermis y la protege también de las agresiones externas (sol, viento, sal marina…). Por ello, a menudo se encuentra como ingrediente base en los aceites after-sun.
De hecho, sobre una piel recalentada tras varias horas bajo los rayos UV, su acción reparadora ayuda a la epidermis a regenerarse más fácilmente y rápidamente.
Cabe señalar, además, que el aceite de monoi no protege contra los rayos ultravioleta UVA y UVB. Incluso actúa como acelerador del bronceado. Por lo tanto, sigue siendo necesario aplicar protección solar antes de cualquier exposición.
Pero, donde el monoi despliega también todos sus numerosos beneficios es en la ducha. Por eso, para que puedas disfrutarlo, Corine de Farme te propone su gel de ducha con monoi, hidratante y nutritivo.
Gel de ducha con monoi y flor de Tiaré, una experiencia sensorial
En algún lugar entre el sándalo, la vainilla de Madagascar y el coco, se encuentra el monoi y su fragancia a la vez sensual y dulce.
El monoi huele a vacaciones, baños de mar y arena caliente. Así, para recrear la magia de tu última escapada a la playa, su fragancia es el aliado perfecto para una experiencia sensorial siempre renovada.
Como una magdalena de Proust de tus mejores vacaciones, el gel de ducha con monoi te recuerda la arena caliente, las pieles doradas y las noches delicadamente perfumadas. Todo para disfrutar de un verdadero momento de relajación y descanso, cada día, simplemente desde casa.
La Clean beauty hecha en Francia, por Corine de Farme
¿Lo sabías? Desde siempre, Corine de Farme se esfuerza en ofrecerte productos de higiene y cuidado hipoalergénicos y testados bajo control farmacéutico. Además, los sellos Bio y Ecocert se han sumado a la lista de nuestras certificaciones, para aportar aún más naturalidad a tu baño.
Por su parte, la carta Clean beauty (o belleza limpia), que defiende Corine, te garantiza fórmulas enriquecidas con ingredientes de origen natural y sin ingredientes controvertidos. Para el gel de ducha con monoi, nada menos que el 91 % de ingredientes de origen natural forman parte de su composición, así como extractos vegetales, para una tolerancia óptima de la piel.
Todo ello, en un frasco fabricado en Francia a partir de materiales reciclados y completamente reciclables.
Todos los productos naturales de Corine de Farme pueden guardarse en una bolsa de algodón totebag. En nuestro blog, también puedes leer numerosos artículos sobre un champú sólido para cabello graso o los cuidados capilares nutritivos e hidratantes.