Elegir bien tu tratamiento facial para combatir el acné

El acné es una enfermedad de la piel caracterizada por granos rojos, puntos negros en la cara y especialmente en la zona T y la espalda. Más del 70% de los adolescentes están afectados y cerca del 50% de las mujeres siguen teniendo acné, incluso hasta los treinta años. Es importante saber que el acné puede continuar hasta la menopausia.

Dependiendo de las variaciones hormonales y de sus brotes, antes de la regla, las glándulas sebáceas secretan un exceso de sebo, lo que favorece la aparición de granos infectados. ¿Cómo tratar el acné según la edad de la persona?

Tratar el acné juvenil con un producto hidratante

Los dermatólogos ofrecen muchos consejos para luchar contra el acné. Es imprescindible evitar la alimentación industrial, rica en azúcares y grasas. Es necesario reducir todos los productos con un índice glucémico alto, muy ricos en glucosa.

Puede ser necesario un tratamiento con antibióticos, bajo supervisión médica, para eliminar el acné. Sin embargo, estos pueden causar efectos secundarios. Durante la primavera, no es raro ver florecer granos. La aplicación local sobre las imperfecciones puede reducir visiblemente los granos de acné.

Sin embargo, es posible sufrir el efecto rebote, con una gran sequedad de la piel. Para ello, hay que aportar agua a la piel, con cuidados hidratantes, como el cuidado de brillo del tono hidratante, con un complejo antioxidante de lichi, té blanco y aceite de arándanos.

¿Qué cuidado para el acné adulto?

La piel grasa en adultos tiene la ventaja de no marcar las arrugas, debido a la fuerte producción de sebo. Sin embargo, como adulto, es difícil verse con granos a más de 30 años. El tratamiento suele ser similar al del acné juvenil. También hay que insistir en la importancia de quitar el maquillaje correctamente.

La leche desmaquillante es demasiado rica y es preferible elegir nuestra agua micelar pureza, complementada con nuestra loción de flor de azahar, para eliminar impurezas y limpiar en profundidad.