El cambio: ¿Cómo convertirse en una experta?

pediatra

Dr. Valleteau de Moulliac,
Pediatra asesor de los Laboratorios Sarbec

 

 

La piel de la zona del pañal de su bebé es una zona muy vulnerable. Es fina, muy frágil y está sujeta a muchas agresiones como la humedad, las orinas, las deposiciones, la oclusión y la fricción creada por los pañales.

El cambio: ¿Cómo convertirse en una experta?

Por eso los recién nacidos tienen fácilmente enrojecimiento en la zona del pañal y irritaciones en los pliegues, lo que comúnmente se llama «eritema del pañal». Dos de cada tres niños sufren de enrojecimiento en la zona del pañal antes de cumplir un año. El abuso de antisépticos, el uso de productos agresivos o la baja frecuencia de cambios son causas externas que originan un eritema del pañal.

Por lo tanto, los cuidados deben realizarse perfectamente en cada cambio. Sin embargo, en los primeros meses esto puede ocurrir de 6 a 10 veces al día. Lo ideal es cambiar al bebé antes de las comidas para evitar regurgitaciones, pero algunos bebés no pueden esperar, o hacen una deposición en cada comida: en ese caso, se debe proceder al cambio después.

 

 

  • La higiene del área del pañal requiere un producto que respete las especificidades de la piel del bebé tan pronto como el pañal esté sucio. Siempre hay que lavarse las manos antes y después del cambio. Utiliza algodón hidrófilo o un disco desmaquillante que no suelte pelusa. Un agua micelar limpiadora es suficiente si solo hay orina. Si el área está más sucia, es mejor usar una leche limpiadora hidratante. Retira groseramente las heces que se pegan a la piel con el pañal sucio. La limpieza se realiza de adelante hacia atrás, insistiendo en los pliegues de ambos lados.
  • Luego viene el secado, que debe ser lo más perfecto posible, especialmente en los pliegues donde la maceración suele ser responsable de irritaciones. Después puedes aplicar una crema protectora en una capa gruesa y uniforme para intentar prevenir el enrojecimiento o calmarlo.
  • En viaje, limpia las nalgas con un algodón empapado en leche limpiadora suave, luego enjuaga con otro algodón diferente empapado en agua o en una solución micelar. También se utilizan cada vez más las toallitas sin alcohol.
  • Aprovecha estos momentos, aunque sean obligados, para crear lazos de complicidad con tu bebé. Pero cuidado, nunca dejes a tu hijo solo sobre la mesa de cambiar pañales.

Dra. Valleteau de Moulliac