¿Cuál es la duración de una protección solar?
Aliado en materia de salud, el sol permite luchar contra la depresión y aporta vitamina D al organismo. Puede convertirse en enemigo, especialmente para la piel. En exceso y sin protección, daña, reseca, fragiliza y envejece prematuramente la epidermis.
Aliado en materia de salud, el sol permite luchar contra la depresión y aporta vitamina D al organismo. Puede convertirse en enemigo, especialmente para la piel. En exceso y sin protección, daña, reseca, fragiliza y envejece prematuramente la epidermis.
La exposición solar debe ser corta y protegida con una crema, spray o aceite. Actúa como pantalla contra los UVA y UVB, cuya eficacia depende del índice de protección ISPF de 15 a 50+.
La frecuencia de aplicación de la crema solar
Se recomienda aplicar la crema solar cada 2 / 3 horas. La capa de crema debe ser lo suficientemente generosa para formar una barrera. Si la aplicación es demasiado escasa, la protección no será duradera y correrás el riesgo de quemaduras solares.
Si sudas mucho, con el calor, se recomienda aplicar talco en la piel para absorber la humedad, antes de poner la crema. Después de un baño en agua de mar o piscina, es importante renovar la aplicación sobre piel seca, secándose con una toalla y exponiéndose al sol durante 5 minutos.
¿Aceite, crema o spray? No importa la textura, la eficacia del producto solar depende claramente de su ISPF. El spray permite una aplicación homogénea, mientras que la crema es modulable en cantidad. El aceite seco es perfecto para dar un aspecto brillante y satinado a la piel.
Consejos de seguridad para exponerse al sol
El abuso del sol es peligroso para la salud. Según el tipo de piel, esta reacciona de manera diferente. Puede causar quemaduras solares leves, quemaduras graves o incluso melanomas (cáncer de piel).
Sobre todo, hay que proteger a los bebés y niños, cuyo epidermis frágil no tiene todas las defensas naturales. ¿Qué hacer para protegerse eficazmente?
– Evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas.
– Beber mucha agua para evitar la deshidratación.
– Llevar un sombrero, preferiblemente con ala ancha o visera.
– Comprar un parasol doble, que filtre mejor los UV, o mejor aún, una tienda abierta para los niños.
– Prestar atención a la ropa anti UV, especialmente para los bebés: bañador, camiseta, gorra…
Por la noche, una buena ducha es necesaria para eliminar todos los restos de productos solares. La aplicación de un cuidado after-sun calma y refresca la epidermis, hidratándola. El aceite perlado puede realzar el tono caramelo con purpurina dorada.
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