¿Cuál es el papel del sueño en el desarrollo del bebé?

pediatra

Dr. Valleteau de Moulliac,
Pediatra asesor de los Laboratorios Sarbec

¿Cuál es el papel del sueño en el desarrollo del bebé?

El sueño, es un elemento esencial del desarrollo del niño. Cuando el niño duerme, no solo descansa, es mucho más complejo:

  • Se recupera, lo que le permite despertarse descansado (¡y a nosotros también!).
  • Crece: es principalmente durante el sueño que se secreta la hormona del crecimiento.
  • Su sistema nervioso y su desarrollo cerebral se organizan y perfeccionan.
  • Memoriza todo lo que ha vivido, experimentado o aprendido durante el día.
  • Sueña, lo que le ayuda, entre otras cosas, a liberar las tensiones acumuladas durante el día.
  • Su sistema inmunológico se fortalece.

¿Pero qué pasa con el bebé?

Desde el nacimiento hasta los dos meses, el bebé duerme aproximadamente de 16 a 20 horas al día, con pocos periodos de vigilia activa. Así, pasa por fases de sueño agitado, que asegura la maduración del cerebro, y de sueño tranquilo, indispensable para el crecimiento y el buen desarrollo corporal. Los ciclos duran aproximadamente 50 minutos y hay entre 16 y 20 en 24 horas, pero pueden encadenarse sin que el bebé se despierte. Por eso su bebé solo se despierta aproximadamente cada 3-4 horas.

  • El sueño agitado dura de 15 a 25 minutos; durante esta fase su bebé se duerme y luego duerme profundamente, pero sigue moviéndose. Puede hacer muecas, sonreír, parpadear y mover las manos. Esta fase permite la formación y el desarrollo de los circuitos neuronales, y por lo tanto contribuye a la maduración del cerebro. Luego evoluciona y representa solo el 30% del sueño total. Poco a poco, se convertirá en el sueño paradójico del adulto, que corresponde al sueño de los sueños.
  • Durante el sueño tranquilo, su recién nacido duerme, parece más calmado, su respiración tiene un ritmo regular. Este periodo permite la recuperación de la fatiga física. Es, entre otras cosas, durante esta fase cuando se secretan numerosas hormonas, incluida la hormona del crecimiento, que favorece la reparación de los tejidos y las células. Esta fase evoluciona luego hacia el sueño lento.

Después de los 2 meses, el sueño del bebé se compone de tres etapas: sueño paradójico-sueño ligero-sueño lento profundo.

Es a los 9 meses cuando las características de los ciclos se vuelven casi idénticas a las del adulto: duración global de 90 minutos y encadenamiento de 5 fases.

Su papel en la instalación, organización y respeto de este sueño es fundamental, pero esa es otra historia. 

Dra. Valleteau de Moulliac