¿Cómo participar en el desarrollo de tu bebé?
Es una pregunta que te haces como la gran mayoría de los padres. Pero es difícil responder en pocas palabras.
Primero debes saber que tu bebé no es un ser inerte, vegetativo, incapaz de responder a tus estímulos, sino que, por el contrario, nace con habilidades enormes que se desarrollan progresivamente con el tiempo (es el desarrollo psicomotor) con una cronología inmutable pero diferente de un niño a otro (sin comparaciones). Estas habilidades, que deben ser estimuladas, se basan principalmente en los cinco sentidos que posee: el tacto, la audición, el gusto, la vista y el olfato (algunos ya están presentes en el útero). Es estimulando estos sentidos que participarás mejor en el despertar de tu hijo con todo el cariño que puedas brindarle, incluso si en los primeros 6 meses la presencia de su madre es predominante.
- Desde el nacimiento, hay que hablarle a tu hijo con un tono de voz suave y calmado: aunque no entienda las palabras, comprende tus intenciones. Las modulaciones de tu voz y los cambios de tono, incluso un poco exagerados, captan su atención y lo hacen reaccionar. Aprovecha todos los gestos cotidianos para explicarle lo que haces, pero también cántale o hazle escuchar música.
- Para la vista, ofrece rápidamente a su mirada objetos de colores vivos para atraer su atención y captar su interés.
- El olfato se desarrolla muy rápido (al nacer, tu bebé ya se siente atraído por tu pecho). Reconoce muy pronto tu olor, pero no lo expongas a olores desagradables o perfumes demasiado fuertes.
- El tacto es un sentido fundamental. El contacto piel con piel desde el nacimiento lo demuestra y lo refuerza. El baño y el masaje de tu bebé también contribuyen. Muy pronto, dale a palpar materiales suaves o rugosos (peluches) y no escatimes en caricias y abrazos.
- El gusto se desarrolla con la lactancia materna y luego con la diversificación alimentaria.
No dudes en utilizar juguetes de estimulación adaptados a la edad y a menudo muy bien diseñados, pero al principio no es necesario tener juguetes muy sofisticados. Los mejores juegos suelen ser objetos cotidianos. Las alfombras de actividades que proponen diferentes actividades visuales, táctiles o sonoras son muy utilizadas.
Sin embargo, cuidado con querer convertirlo en un superhéroe. La sobreestimulación puede tener efectos muy negativos, incluso sobre su sueño. No satures al niño de juguetes o actividades. Déjale también la libertad de explorar y experimentar por sí mismo.
Estimula a tu bebé desarrollando sus sentidos, ¡pero cuidado con el exceso!