¿Cómo aliviar el eccema del bebé?
El eccema del lactante (o dermatitis atópica) es una enfermedad inflamatoria crónica que evoluciona sobre un fondo de piel seca con brotes repetidos y prurito (picazón) casi constante, que afecta principalmente a los lactantes y niños pequeños con predisposición genética. No es una enfermedad alérgica, sino una enfermedad de la función barrera de la piel.
El eccema puede ser muy invalidante debido al rascado, que puede inducir sobreinfecciones cutáneas, pero también alteraciones del sueño, trastornos del comportamiento, una mala percepción del niño por parte de los demás (rechazo) e incluso por él mismo.
Aliviar el eccema significa hacer todo lo posible para evitar sus consecuencias y, por lo tanto, restaurar la función barrera evitando la sequedad de la piel. También será necesario tratar los brotes, pero sobre todo intentar prevenirlos… para mejorar el confort de tu bebé.
Algunos consejos:
- Aplica reglas de higiene en cuanto al baño (ver texto dedicado) y al entorno: evita la exposición al frío y seco, y aunque el sol es beneficioso, no ocurre lo mismo con la transpiración. Ventila frecuentemente las habitaciones donde vive tu hijo e intenta mantener una temperatura alrededor de 19°; evita toda exposición al tabaco u otros contaminantes como los ácaros, entre otros.
- No le pongas ropa de lana (que pica) ni sintética, sino de algodón (o seda) preferentemente al poliéster de fibras finas. Cambia diariamente la ropa interior y la de dormir. Utiliza suavizantes durante el lavado y enjuaga bien la ropa después de lavarla. Córtale las uñas si se rasca.
- La restauración de la barrera cutánea se basa en el uso de emolientes adecuados.
- Los brotes deben tratarse con dermocorticoides desde su aparición y no temas aplicarlos sobre la piel, ya que son muy eficaces y seguros cuando se usan correctamente.
Esto requiere, por supuesto, una verdadera educación de tu parte y el médico de tu hijo te aconsejará lo mejor posible para que tu bebé esté aliviado.