Algunos consejos prácticos para la higiene de la zona íntima

La higiene íntima es tan importante como la higiene de tu cuerpo y requiere una verdadera disciplina. De hecho, la flora vaginal es muy frágil debido a las variaciones hormonales, pero también al estrés de la vida cotidiana. Para cuidarla y evitar infecciones, algunos gestos son indispensables.

¿Por qué es una zona sensible?

La flora vaginal tiene una acidez específica y cuenta con la presencia de bacterias protectoras. En caso de desequilibrio, aparecen picazones y sientes quemaduras que anuncian una infección o una candidiasis. Como habrás entendido, el riesgo de infección es alto, por eso esta zona requiere mucha vigilancia de tu parte.

Las reglas a seguir para tu higiene íntima

La higiene íntima no requiere más que una o dos lavadas vaginales al día. No introduzcas tu solución lavante en la vagina, limpia en superficie para evitar destruir el ecosistema vaginal.

Para realizar tu higiene, no uses jabones desinfectantes. Opta por una solución lavante ultra suave y no emplees guantes de baño. Estos son nidos peligrosos para las bacterias. En el día a día, no uses productos con finalidad antibacteriana. De hecho, pueden alterar el equilibrio de la flora vaginal y solo deben usarse en caso de problemas infecciosos y bajo prescripción de tu ginecólogo.

Prevenir las infecciones genitales

Para evitar infecciones, no solo basta con la higiene íntima. Gestos simples en la rutina diaria mejoran tu higiene. Por ejemplo, limitar el uso de ropa interior sintética o lavarse las manos y la región vulvar en las horas siguientes a una relación sexual.

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