¿Se broncea uno con protector solar? La respuesta es sí y es normal
Una idea bastante extendida es que no se broncea cuando se aplica protector solar. Esto es falso. A la pregunta: «¿Nos bronceamos con protector solar?» la respuesta es sí. La confusión quizás proviene de que el protector solar crea una «barrera» que impide la formación de quemaduras solares, pero no que el sol en sí mismo, pueda dejar de impactar en la piel.
Entender el bronceado y el papel del protector solar
El bronceado, tan deseado cada verano por su efecto «buena cara» indiscutible, no es más que un ingenioso mecanismo de defensa puesto en marcha por la epidermis para protegerse de los efectos nocivos de los rayos UV. Al reforzar la producción de melanina, la piel impide que los UV penetren más en profundidad y dañen los tejidos. Aunque los UVC son detenidos por la capa de ozono, los UVB son responsables de las quemaduras solares y los UVA, del envejecimiento de la piel. Aquí es donde interviene el protector solar. Aplicado de manera regular y correcta, crea un filtro adicional que aumenta la protección de la epidermis contra las rojeces, los enrojecimientos y las quemaduras; las famosas quemaduras solares. Sin embargo, una pequeña proporción de UV aún llega a la piel, desencadenando naturalmente la respuesta mencionada anteriormente, una (sobre)producción de melanina.
¿Se broncea uno con protector solar y por qué?
Sí, es totalmente posible broncearse usando protector solar y es algo normal. Sea cual sea su índice UV, un protector solar no bloquea todos los rayos UV, sino que filtra una gran parte de ellos.
Esto permite que la piel se broncee de manera progresiva y segura, bien protegida de los efectos nocivos de los rayos ultravioleta como las dolorosas quemaduras solares, el envejecimiento prematuro e irreversible de la piel y el desarrollo de enfermedades graves a veces incurables.
En realidad, el protector solar actúa como un filtro retardante. Cuanto más alto es el índice SPF (Factor de Protección Solar), más se retrasa la aparición de la quemadura solar.
Por ejemplo, si tienes la piel sensible y te enrojeces en solo unos minutos, un protector solar con índice 50 multiplica por 50 ese mismo lapso de tiempo.
Elegir el protector solar adecuado para broncearse con seguridad
El tipo de protector solar elegido y su índice de protección (SPF) influyen en tu bronceado. Un protector solar con SPF alto (30 o más) permite un bronceado más lento y suave, pero ofrece mejor protección contra los daños causados por los rayos UV. Un protector solar con SPF bajo (15 o menos) permite un bronceado más rápido y un tono más intenso, pero una protección menor frente a los UV.
Ahora que sabes que es posible broncearse incluso usando protector solar, veamos juntos cómo elegir la protección más adecuada para tu piel. Para ti, las Sacrées Natures de Corine de Farme han formulado toda una gama de protectores solares para rostro y cuerpo con una composición limpia y envase reciclable.
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Para las pieles sensibles, Corine de Farme ha creado la crema solar para rostro y cuerpo SPF50+. Sin perfume, testada bajo control farmacéutico y dermatológico, también incorpora el poder hidratante de la flor de tiaré.
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3 consejos para broncearse con seguridad
Una vez elegido el mejor protector solar, renueva su aplicación regularmente (aproximadamente cada dos horas), especialmente si sudas o te bañas con frecuencia.
Evita las exposiciones prolongadas y huye de los rayos del sol entre las 12 y las 16 h, cada día. Si sales, no olvides llevar un sombrero de ala ancha y gafas de sol tintadas, además de tu protección Corine de Farme.
Por último, bebe mucha agua durante todo el periodo de altas temperaturas y aplica cada día una leche hidratante after-sun o una gel refrescante para calmar las células sensibilizadas de tu epidermis.
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