Dolencias del invierno: ¿cómo reducir los riesgos?
El ‘invierno ha llegado y con él toda la corteza clásica de enfermedades de las que todos somos más o menos víctimas, pero sobre todo los pequeños más frágiles (sus defensas inmunitarias aún no están completamente desarrolladas).
¿Cómo entonces intentar evitar los resfriados, rinitis, otitis, bronquiolitis, gastroenteritis… afortunadamente benignas pero perturbadoras? Aquí algunos consejos:
- Lávese las manos con agua y jabón durante al menos treinta segundos cada vez que cuide a su bebé… pero también al salir del baño. Imponlo a todos los que lo cuidan o lo toman en brazos. Limpie también regularmente los peluches y juguetes… ¡No es necesario blanquear toda la casa!
- Si el entorno familiar o usted mismo tienen un resfriado o cualquier otra enfermedad, evite los besos en la cara o las manos de su pequeño. Es frustrante, pero es por su bien. El uso de mascarilla, que recomiendan las autoridades, es ciertamente útil pero no está realmente arraigado en nuestros hábitos.
- Evite, en la medida de lo posible, los lugares muy concurridos (y por tanto de riesgo de contagio) con su bebé. El autobús, el metro, los grandes supermercados son verdaderos caldos de cultivo… y de muy poco interés para un lactante.
- No dude en salir con él al aire libre para dar un paseo por la plaza, el bosque o un jardín público aunque haga frío. Un bebé no debe vivir aislado, y un paseo en un lugar ventilado es muy vigorizante… siempre que esté bien abrigado.
- Ventile su habitación regularmente todos los días, incluso varias veces al día para sanear el ambiente. No la sobrecaliente: 19/20 °C es más que suficiente.
- Asegúrese de quitarle ropa en casa, en el coche o en las tiendas… como lo hace para usted, simplemente. Los más pequeños suelen estar demasiado abrigados en interiores y se resfrían cuando salen.No les gustan las variaciones bruscas de temperatura.
- Láveles la nariz regularmente con suero fisiológico, sobre todo cuando estén resfriados.
- Evite cualquier forma de tabaquismo pasivo o contaminación, que son factores agravantes.
- Ofrézcale una alimentación equilibrada y rica en hierro, vitamina C y un aporte regular de vitamina D que le ayuden a defenderse.
- Por supuesto, esto no siempre es fácil o incluso posible, pero cuando lo sea, priorice los modos de cuidado con una asistente maternal o en su casa. Las colectividades (guarderías, jardines de infancia) suelen ser focos de microbios.
- Vacúnese usted y su entorno contra la gripe, especialmente si tiene menos de 6 meses y aún más si es prematuro.
Por supuesto, esto solo limitará los riesgos, ya que todas estas enfermedades son muy a menudo inevitables pero indispensables para el desarrollo de su inmunidad y, afortunadamente, benignas.