¿Cómo proteger la piel frágil del bebé en invierno?
Un niño (y aún más un bebé o un lactante) cuya piel no se protege del frío y del viento con productos adecuados puede sufrir rozaduras, dermatitis, fisuras en los labios e incluso desarrollar un principio de congelación en las manos y los pies. Su piel se vuelve áspera y puede presentar picazón que le incomoda. Las principales zonas a proteger durante el invierno son principalmente la cara, los labios y las manos.
Los buenos hábitos a adoptar :
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Utilice preferentemente « cold cream », cremas grasas, hipoalergénicas y testadas bajo control pediátrico, aplicándolas varias veces al día si es necesario; así protegerá la piel de su hijo aplicando en su superficie una película protectora y lipídica semi permeable que evitará todos estos daños.
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No descuide sus labios, ya que su bebé los humedece con frecuencia y esto agrava las rozaduras y los efectos del frío. Por lo tanto, siempre tenga un bálsamo o un stick adecuado.
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El cuerpo también está sometido a agresiones relacionadas con los cambios de temperatura, el roce de la ropa, el agua calcárea; aunque está menos expuesto al frío que el rostro, no es necesario aplicar una crema muy grasa. Sin embargo, no debe descuidarse. Cuida su piel con una crema hidratante y aprovecha este momento para darle un pequeño masaje. Este instante de complicidad y relajación será un verdadero placer, tanto para ti como para él.
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No olvides cubrirlo adecuadamente con ropa apropiada, pero también descubrirlo cuando lo vuelvas a poner en un lugar cálido (coche, tienda, sala de espera, etc…)
El frío, el viento, los cambios de temperatura y los roces son agresivos: piensa en proteger a tu bebé.