¿Cómo tener una piel perfecta?

Todas las mujeres buscan à tener una piel de bebé, suave como el terciopelo y con brillo. Las imperfecciones pueden estar presentes en la piel: granos, irritaciones, enrojecimientos, eccema. La epidermis también puede estar muy seca y formar placas, como dermatitis. Además, la piel puede ser sensible e intolerante, con un alto riesgo de alergia. En resumen, no es fácil lucir un rostro radiante a diario.

El desmaquillado y el uso de cuidados que respeten la epidermis son necesarios para regular el sebo o estimularlo. Una buena rutina permite tener una piel perfecta.

Usar cuidados adecuados a la naturaleza de su rostro

Las pieles grasas y acnéicas necesitan una gama de cuidados hidratantes. ¿Por qué? Debido a que, por usar productos secantes, la epidermis tiende a producir más sebo como mecanismo de defensa. Por lo tanto, es necesario elegir productos a base de agua, incluso cuando hay imperfecciones.

Las pieles maduras, desde los 35 años, necesitan cuidados anti-edad que fomenten la producción de colágeno. A partir de los 45 años, se recomienda cambiar a cuidados antiarrugas, para rellenar las arrugas en los ojos, labios y frente.

Las pieles secas deben optar por cuidados ricos en grasas, con acción nutritiva. Un sérum y una crema de día son ideales para una combinación diaria de hidratación.

Optar por un maquillaje meticuloso

Cuida el desmaquillado de tu piel. Si omites el paso del desmaquillado, a la mañana siguiente, los ojos pueden estar hinchados y la piel con imperfecciones (enrojecimientos y granos).

Es preferible comenzar con un desmaquillado meticuloso de los ojos, usando un producto específico, como una loción bifásica. Es importante mezclar bien la fase acuosa y oleosa del producto para una eficacia óptima. Aplica un algodón empapado en producto sobre cada párpado para eliminar los restos de maquillaje, sin frotar. Para eliminar residuos de lápiz y delineador, pasa un bastoncillo impregnado en loción en las raíces de las pestañas. Verifica que tu loción esté testada oftalmológicamente.

Para el rostro, según tus preferencias y tipo de piel, puedes elegir entre un gel limpiador, una leche o un aceite desmaquillante. Para quienes prefieren rapidez o buscan un desmaquillante portátil para llevar en la bolsa, las toallitas desmaquillantes son una opción práctica y sencilla, aunque poco económica y ecológica.

El desmaquillado termina pasando un algodón impregnado en loción o agua micelar por todo el rostro, que puede enjuagarse o no, lo que ayuda a desincrustar los poros y dejar la piel limpia.

Solo queda hidratar el rostro con un sérum y un cuidado de noche. No olvides el contorno de ojos y los labios, con un bálsamo de cera de abeja.

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