¿Necesitas una mascarilla nutritiva para tu cabello?
Al luchar contra el cabello graso, no es raro secar completamente el cabello, lo que inevitablemente conduce a roturas, puntas abiertas y falta de brillo. Una producción deficiente de queratina y sebo es la principal causa de sequedad en el cabello.
Al luchar contra el cabello graso, no es raro secar completamente el cabello, lo que inevitablemente conduce a roturas, puntas abiertas y falta de brillo. Una producción deficiente de queratina y sebo es la principal causa de sequedad en el cabello.
Los champús desengrasantes, los lavados demasiado frecuentes, el secado con aire caliente, las coloraciones o permanentes repetidas pueden provocar un fenómeno de “cabello seco”, difícil de eliminar. Los cabellos rizados y ondulados son más propensos a esta fragilidad capilar. Por ello, nada es más eficaz que una mascarilla nutritiva para aportar a la melena todos los lípidos necesarios para su crecimiento.
Cuidar el cabello seco con una mascarilla rica
Muchas personas no saben reconocer cuándo tienen el cabello seco. Dos signos son fácilmente identificables:
- Un cuero cabelludo irritado. Tienes picazón e incluso escamas que indican una acumulación de células muertas, en una piel no hidratada.
- Puntas secas, difíciles de desenredar y opacas. Sin brillo, el cabello parece crin o paja, lo cual no es agradable al tacto.
Por eso hemos creado una línea capilar con mango y leche de coco, con un champú y un bálsamo nutritivo. La acción suavizante del mango combinada con la leche de coco favorece y acelera el crecimiento de un cabello reparado.
Adoptar una rutina capilar adecuada para un cabello suave y brillante
A diario, es posible tener los reflejos adecuados para mantener un cabello hidratado y flexible.
- Espaciar los lavados. Lo ideal es lavar el cabello cada 3 días. A diario, el champú elimina el sebo producido en la raíz del cabello, lo que provoca un desequilibrio.
- Enjuagar bien el champú. Mal enjuagado, el producto puede resecar el cabello y causar picazón.
- Dejar secar el cabello al aire libre. Un secador demasiado caliente reseca la fibra capilar; del mismo modo, evita usar la plancha alisadora o rizada, que, a altas temperaturas, quema y daña el cabello.
- Preferir un cepillo de cerdas naturales. Los cepillos sintéticos fomentan la electricidad estática, lo que rompe el cabello.
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