Limpia tu piel con un tratamiento facial purificante

La producción excesiva de sebo es la causa de la piel grasa, lo que conduce a la formación de poros dilatados, brillos e incluso granos. Las pieles jóvenes suelen tener una zona T brillante y la aparición de comedones. Sin embargo, el fenómeno puede persistir con la edad.

Las personas con piel grasa tienden a agravar el problema usando productos de cuidado demasiado agresivos. La piel produce más sebo, lo que acentúa el fenómeno de los granos, en un círculo vicioso. ¿Cómo cuidar una piel mixta y grasa? Dos remedios ayudan a regular la piel: el uso de un cuidado facial purificante para limpiar la piel y la aplicación de una crema hidratante, rica en agua.

Un cuidado purificante, un aliado para las pieles grasas y acnéicas
Las pieles grasas deben cuidar especialmente su maquillaje, para una piel profundamente limpia. El desmaquillante no debe dejar una película grasa en la piel. La leche desmaquillante, aunque puede enjuagarse con agua, es menos recomendable para las pieles grasas.

Nuestro agua pura es ideal para desmaquillar sin dejar rastros. Suave, no reseca la piel y respeta su equilibrio. Para terminar el desmaquillado, nada mejor que agua de flor de azahar o de rosa, como loción.

Tras esta limpieza diaria, la piel puede recibir un cuidado purificante no comedogénico, que evita la formación de granos.

¿Qué rutina de cuidado para las pieles jóvenes?
Las pieles jóvenes buscan a menudo disimular sus imperfecciones con un maquillaje espeso, con productos secantes y no hidratantes. Aunque la piel no necesita grasa, debe recibir su aporte de agua cada día. ¿Cuáles son los buenos gestos para una piel radiante?

          - Un exfoliante una vez por semana, con gránulos finos, para favorecer la renovación celular suavemente.
          - Una mascarilla purificante para aplicar en capa gruesa, una vez por semana.
          - Una crema matificante, a diario, para cerrar los poros y evitar el brillo en la zona T.

Se recomienda corregir las imperfecciones y disimular las rojeces con corrector, optando por un maquillaje ligero. Antes de hacer retoques durante el día, aplica un papel matificante para absorber el exceso de sebo.

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