El baño de burbujas relajante: el mejor momento del día

Nada como un baño de espuma para relajarse, combatir el estrés, eliminar tensiones, prepararse para dormir, aportar al cuerpo y al alma los múltiples beneficios que requieren. Sumergirse en agua caliente y perfumada es excelente para el ánimo y para la piel, siempre que se sigan ciertas reglas.

Nada como un baño de espuma para relajarse, combatir el estrés, eliminar tensiones, prepararse para dormir, aportar al cuerpo y al alma los múltiples beneficios que requieren.

Sumergirse en agua caliente y perfumada es excelente para el ánimo y para la piel, siempre que se sigan ciertas reglas.

Para no disminuir la eficacia de los productos utilizados y los beneficios que aportan a la piel y para no salir arrugado y blando, una estancia de unos veinte minutos en el baño es suficiente. Hay que tener cuidado de no dormirse.

La temperatura ideal para el agua del baño de espuma relajante está alrededor de 35 °C. Un agua demasiado caliente puede causar problemas cardiovasculares, favorecer la celulitis y las várices, y afectar la elasticidad de la piel.

Las personas con piel seca también deberían limitar la frecuencia de los baños de espuma debido a su efecto deshidratante. Pero cuando se tiene resfriado o gripe, un baño muy caliente de diez minutos puede ser beneficioso. Por otro lado, sumergirse cinco minutos en un baño frío ayuda a combatir la fatiga y mejora el tono muscular.

Para disfrutar plenamente del baño de espuma relajante, también es importante cuidar el ambiente. Música de fondo según los gustos, luz tenue, velas distribuidas en el baño contribuyen a potenciar el efecto calmante y relajante del mejor momento del día. Se respira profundamente y se relaja.

Para prolongar el placer, después se envuelve en una bata bien caliente y se recuesta unos minutos antes de ponerse una prenda cómoda.

¡Cuidado! Puede crear dependencia...