¿Cómo masajear al bebé sin hacerle daño?

Los pequeños (como los grandes, por cierto) suelen disfrutar de masajes y caricias afectuosas... Y sepan que, aunque no sean expertas en la materia, pueden ofrecerle a su bebé una pequeña sesión de relajación. ¿Cómo masajear al bebé con un aceite corporal o leche de baño? Sigan la guía...

¿Leche de baño para masajear al bebé por primera vez?
La primera vez, especialmente si el bebé aún es muy pequeño (de 1 a 4 meses), es mejor hacerle una pequeña sesión de masaje corta, de unos 5 minutos. Los masajes se prolongarán con el tiempo a medida que el bebé crezca y que ganen confianza en ustedes y en sus gestos. Los primeros masajes deben ser ligeros, solo ofreciéndole caricias y toques suaves, sobre la mesa de cambiar después del cambio o incluso cuando esté en la bañera. Como madre, deben estar disponibles y tranquilas en ese momento, de lo contrario, pospongan el masaje para otro momento.

¿Cómo masajear al bebé a partir de los 4 meses?
El masaje va a relajar al bebé, pero también le permitirá tomar conciencia de todas las partes de su cuerpo. Antes que nada, piensen en quitarse las alianzas y cortar las uñas, para no lastimarlo. Calienten un aceite corporal específicamente adaptado a los bebés entre sus manos durante unos segundos. Coloque al bebé desnudo sobre su espalda, frente a ustedes, y comience por tocar suavemente con las yemas de los dedos todo el contorno de su cuerpo, desde la planta de los pies hasta la cima de su cráneo. Luego, coloquen sus manos en posición plana sobre sus hombros y bájenlas suavemente hasta las piernas, que masajearán una a una. Finalmente, masajee los brazos y las manos. Luego, colóquelo sobre el vientre para masajear su espalda y sus nalgas de la misma manera que antes. Repitan cada movimiento de 4 a 5 veces.

Aceite de masaje para bebé
El masaje es especialmente apreciado por los pequeños, principalmente porque es para ellos un momento privilegiado compartido con su madre, un instante de ternura absoluta. Pero no está en absoluto prohibido, al contrario, que el padre también masajee al bebé! Anímelo a hacerlo una vez, verá que papá y bebé también lo apreciarán. Otro consejo: nunca force al bebé... Si tiene hambre, llora, está cansado... posponga la sesión para otro momento. Igualmente, cuando el masaje ha comenzado, deténgase en cuanto se impaciente. También asegúrese de que el lugar del masaje sea tranquilo y relajante (sin música a todo volumen, sin gritos de hermanos y hermanas...).

 Que no sea kinesioterapeuta, no significa que no tenga derecho a masajear al bebé. Al contrario... Inténtelo en esta actividad llena de ternura y dulzura, estará orgullosa de sí misma, y el bebé estará feliz!

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