Este gesto sencillo, que tendra que repetir miles de veces hasta que su niño esté limpio puede llegar a ser insuperable cuando se trata de las primeras vezes.

Aquí, etapa por etapa, todas las claves de un cambio logrado:

1. Antes de empezar, ¡lavarse las manos!
 
2. Sacar el pañal sucio, doblarlo y ponerlo por debajo el culo del bebé para no manchar su ropa blanca.
 
3. Limpiar el culete con un algodón impregnado de leche hidratante y proceder desde ariba  hacia abajo, del más sucio a lo más limpio.
 
4. Completar la limpieza con una agua limpiadora, su bebé apreciará su frescura.
 
5. Con una servilleta, secar bien, y ser cuidadosos y no olvidar los pequeños plegues.
 
6. Para finalizar, aplicar una crema cambio de pañal para calmar y prevenir las irritaciones y las rojeces.
 
7. Se ha acabado, ¡ya no queda nada más que poner un nuevo pañal a su bebé y esperar para realizar todo esto de nuevo al cabo de unas horas!